Elena Figarola, fundadora y profesora
Llevo 30 años practicando yoga. Al principio empecé a hacerlo como hobby, pero cada vez fue tomando más relevancia en mi vida.
La primera persona que me introdujo en el yoga fue mi abuela Carmen. De pequeña, iba a comer a su casa todas las semanas y ella me enseñaba ejercicios de meditación y de pranayama. También me hablaba de su maestro, Aurobindu. Era una mujer excéntrica, inteligente y elegante y a mí me fascinaban las cosas que me contaba.
A los 18 años fui a mi primera clase de yoga con ella. Pero no fue hasta más adelante, a los 24 años, cuando empecé a practicar hatha yoga con asiduidad.
